En
este año tan especial para los toledanos, recomendamos la lectura del espléndido
libro titulado GONZALO RUIZ DE TOLEDO,
SEÑOR DE ORGAZ (
1323), editado por el Instituto Teológico San Ildefonso.
Sinopsis
Gonzalo Ruiz de Toledo no es una leyenda toledana, a
la que El Greco pusiera color y arte en su obra maestra “El entierro del Señor de Orgaz (1586)”. Gonzalo Ruiz de Toledo es
un personaje histórico, uno de los grandes personajes de la historia de Toledo.
Señor de Orgaz, alcalde de Toledo, notario mayor de Castilla, ayo del rey
Alfonso XI. Murió en Toledo el 9 de diciembre de 1323.
Cuando iba a ser enterrado en la iglesia de Santo Tomé,
bajaron del cielo san Agustín y san Esteban, que con sus propias manos lo
depositaron en el sepulcro, mientras decían: Tal galardón recibe quien a Dios y a sus santos sirve.
La parroquia de Santo Tomé se siente deudora hacia
este noble bienhechor y santo caballero, cuyo sepulcro ha recibido culto
inmemorial. En el año 2001 se han realizado excavaciones y estudios arqueológicos
y antropológicos en su sepulcro, dejándolo a la
vista de todos. En este volumen se recogen los resultados de tales
investigaciones y otros documentos históricos para perpetua memoria.
Curiosidades extraídas del libro:
1.
En la capilla de la Concepción de la iglesia se halló un sepulcro de granito en
el que estaban depositados, al fondo, restos incompletos de lo parece ser una
mujer, y ocupando el resto de sepulcro, y mezclados con material de
desescombro, restos entremezclados de cinco individuos adultos (3 varones y dos
mujeres), y restos óseos de seis individuos infantiles. No se pudo afirmar, de forma
científica y concluyente, que ninguno de los huesos fuera de don Gonzalo Ruiz
de Toledo.
2.
En 1323 se produjo el óbito del IV Señor de Orgaz, siendo enterrado de manera
provisional en el convento de San Esteban, de la orden de San Agustín, que él
mismo había fundado en uno de los antiguos alcázares reales de Toledo. En 1327
se llevó a cabo el sepelio definitivo, en la iglesia de Santo Tomé, produciéndose
el milagro aceptado oficialmente por la Iglesia Católica. Este enterramiento
definitivo se debió llevar a cabo en una edificación con paramentos de
mampostería encintada al menos parcialmente estucados, pilares ochavados y
solado de losetas de barro dispuestas en fajas alternantes, quedando vista la
laja de cobertura, de granito tosco.
Así pues, el hasta ahora Entierro del conde Orgaz, debería llamarse más bien El segundo entierro del Señor de Orgaz.
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